Las clases de negocios están llenas de historias de empresas que no supieron reconocer las ventajas y adoptar soluciones disruptivas y, como resultado, desaparecieron. Kodak intentó seguir con la película. Blockbuster fue incapaz de conceptualizar la posibilidad del vídeo a la carta. Hoover rechazó la invención de James Dyson de aspiradoras sin bolsa porque su modelo de negocio dependía del beneficio de las bolsas. La odontología, aunque es un sector tradicional, está asistiendo actualmente a una oleada de innovación que aborda los retos ergonómicos que durante tanto tiempo han plagado la vida de los profesionales.
Ergonomía en odontología
Existe una gran cantidad de información disponible sobre las mejores prácticas ergonómicas para dentistas e higienistas, ya que se sabe que las largas horas de estar inclinado sobre los pacientes y de centrarse en zonas pequeñas tensan el cuerpo de forma que necesariamente provocan cierto nivel de incomodidad, dolor e incluso pueden llevar a los profesionales a la jubilación anticipada.
El problema es que si cada recurso afirma que el suyo es la guía de la “verdadera ergonomía”, ¿a quién hay que creer?
Las lupas de aumento son un tema especialmente complejo porque, aunque es obvio que el aumento permite al médico o al higienista ver más de lo que verían sin él, no es inmediatamente evidente cuál es el mejor aumento. Hasta hace poco, los profesionales elegían entre lupas Flip-Up y TTL (a través de la lente), Galileanas o Prismáticas. Entre los criterios que debían tenerse en cuenta estaban el tipo de trabajo que se iba a realizar, es decir, el aumento necesario (profundidad de campo/campo de visión), la distancia de trabajo, el peso, los hábitos de trabajo, el coste y la amabilidad del representante de ventas de la empresa proveedora.
Ahora una más: lupas ergonómicas de desviación.
Desbaratar el concepto de ángulo de declinación
Las lupas tradicionales no pueden ofrecer soluciones completamente ergonómicas, ya que su uso requiere que el profesional mire hacia abajo y enfoque hacia dentro, hacia el punto de convergencia, además de inclinarse físicamente hacia delante hasta cierto punto. En otras palabras, el trabajador se está adaptando al entorno en lugar de al estado de una verdadera solución ergonómica: adaptar el entorno y utilizar herramientas que superen las limitaciones del trabajador.
Un selecto número de proveedores de lupas con visión de futuro han lanzado recientemente productos que ponen patas arriba el paradigma tradicional: ofrecen lupas de desviación que eliminan el concepto de ángulo de declinación, con lo que ya no es necesario mirar hacia abajo e inclinarse para ver de cerca: Lupas “Ergo” de Admetec, “ErgoPrism” de LumaDent e “Infinity VUE” de Designs for Vision.
Las lupas ergonómicas permiten al profesional mantener una posición erguida neutra, con los ojos relajados, mirando al frente, como hacemos de forma natural durante la mayor parte de nuestras horas de vigilia. Se reduce la tensión en la espalda, el cuello y los ojos, protegiendo la salud y el bienestar del profesional y permitiendo un trabajo más eficaz, lo que también beneficia al paciente.
La innovación es a veces un proceso más que un cambio instantáneo. Pentax conceptualizó las lupas de desviación hace más de una década. Su producto no cambió inmediatamente el estándar en lupas, pero esto no se debe a que la idea fuera incorrecta. Deben alinearse muchos criterios para que un nuevo producto se convierta en una solución de elección. Como ya se ha dicho, el peso, la comodidad, la compatibilidad con los hábitos del usuario y el coste son factores importantes. Además, introducir nuevas herramientas en un mercado supone un reto, ya que hay que crear conciencia de su existencia y sus ventajas. En la actualidad, varias empresas han creado sus propias innovaciones basándose en la idea original de Pentax, y se espera que le sigan más.
Algunas empresas intentarán resistirse a este cambio, aferrándose a soluciones estándar y, en lugar de abrir nuevas posibilidades a sus clientes, intentarán denigrar a quienes sí lo han hecho. Un ejemplo de esta tendencia común es, el entonces director general de Microsoft, Steve Ballmer, que famosamente se rió y desestimó el iPhone porque era demasiado caro y carecía de teclado. Su incapacidad para reconocer el cambio que se avecinaba no lo impidió. Al final, fueron los clientes quienes decidieron en qué dirección se desarrollaría la industria.
Los que se resisten a la innovación han hecho una serie de afirmaciones contra las lupas ergonómicas, entre ellas advertir de que los ángulos de desviación pronunciados suelen obligar a los usuarios a inclinar la cabeza hacia atrás, lo cual es, por supuesto, incómodo. Esta afirmación es cierta, pero sugeriría que las lupas no se han personalizado adecuadamente para el usuario, una situación que no debería producirse. Otra afirmación es que puede llevar tiempo acostumbrarse a trabajar con lupas de desviación. Esto también puede ser cierto, sobre todo para los profesionales que están acostumbrados a doblarse y contorsionarse para ver al paciente, basándose en hábitos de trabajo que, en un momento u otro, provocarán tensión física, dolor y posiblemente incluso lesiones a largo plazo. Las lupas ergonómicas animan a los profesionales a desarrollar hábitos de trabajo que protejan su salud y les permitan una larga carrera profesional.
La perspectiva de Admetec: individualización en un negocio de soluciones a medida
No existe una “mejor solución” genérica. Existe la solución que es mejor para cada individuo único.
Quienes prueban las lupas ergonómicas comprenden fácilmente sus ventajas. Al mismo tiempo, las lupas tradicionales también tienen sus ventajas. La ergonomía es importante, pero no es el único factor a tener en cuenta: es una cuestión de prioridades, preferencias y tu especialidad de práctica. Lo que es adecuado para una persona puede no serlo para otra.
En Admetec, creemos que el individuo es la clave. Diseñamos nuestros productos haciendo especial hincapié en la experiencia del usuario. La calidad es primordial, pero también lo son la comodidad y la conveniencia, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de productos que el usuario lleva en la cara durante todo el día. Para nosotros, diseñar la mejor solución es una función de un profundo deseo de comprender las necesidades y preferencias individuales de cada persona, además de poder ofrecer toda la gama de soluciones disponibles en la actualidad.